La Península de Baja California fue poblada hace más de 14,000 años por grupos que buscaban condiciones de vida que satisfacieran sus necesidades.
En la península se desarrollaron tres culturas: la Yumana, al norte del paralelo 30, el Complejo Cultural Comondú, en la zona del desierto central, y Las Palmas al sur. Varios grupos indígenas formaron parte de estas culturas; los más importantes fueron los Pericúes al sur, los Guaycuras al centro y los Cochimíes al norte de la península. Fueron los Pericúes quienes habitaron e hicieron uso de algunas de las islas del sur del golfo (Cerralvo, Espíritu Santo y San José). Los Cochimíes habitaron la mayor parte de la península, desde el norte de Loreto hasta el extremo septentrional de lo que actualmente es el estado de Baja California. En este amplio territorio se desarrollaron variantes culturales y lingüísticas, debido principalmente a la diversidad de ambientes. Las características ecológicas tuvieron gran influencia sobre los nativos de Baja California. La carencia de animales domésticos y la imposibilidad de realizar labores agrícolas debido a la aridez de estas tierras obligó a los nativos a vivir en movimiento constante, cambiando de un lugar a otro según las estaciones del año. Prueba de ello es que a lo largo de la Península de Baja California se encuentran vestigios de asentamientos antiguos, denominados “concheros”.
La Cultura Comondú se estableció en la región de Loreto y estuvo formada por los Guaycuras. La organización social de los pobladores fue por tribus, integradas por grupos de familias unidas por lazos de parentesco patriarcal. El número de miembros de cada familia y el número de familias en cada tribu estaba determinado por la relación directa con la capacidad de carga de los ecosistemas. El uso de los recursos naturales por parte de los antiguos californios estuvo relacionado con el desarrollo de medios para conservar y almacenar sus alimentos, cómo las técnicas de salado y secado de los pescados y mariscos.
La presencia y composición de los concheros encontrados a lo largo del litoral peninsular y en algunas de las islas de la región, demuestran el uso de una amplia variedad de recursos marinos, tales como almejas, caracoles, peces, tortugas y mamíferos marinos. El buceo fue practicado para la captura de algunos de estos recursos.
Las epidemias de viruela y las enfermedades venéreas que llegaron a estas tierras durante la colonización, fueron las causas más importantes de la declinación demográfica de estas etnias. Durante la primera mitad del siglo pasado, la población indígena de la península de Baja California fue seriamente diezmada.
Historia Colonial, Independiente y del Siglo XX
El deseo por encontrar el paso de comunicación entre el Océano Pacífico y el Atlántico originó el descubrimiento de la Península de Baja California. Las primeras expediciones corrieron por cuenta de Hernán Cortés (1532 a 1539).
En 1533 Fortún Jiménez descubrió lo que hoy es el Puerto de la Paz, en donde murió a manos de los Pericúes. Los sobrevivientes de su tripulación escaparon hacia las costas de Sinaloa, difundiendo la noticia de la abundancia de perlas en la tierra descubierta.
Con el propósito de colonizar dichas tierras, en 1535 Hernán Cortés fundó el Puerto y la Bahía de la Santa Cruz, hoy Puerto de La Paz. Sin embargo, fracasó en su intento debido a la escasez de víveres y a la proliferación de enfermedades.
El 8 de julio de 1539, Cortés organizó su cuarta y última expedición antes de marchar a su viaje sin regreso a España; en dicha expedición usó tres naves (Santo Tomás, Santa Agueda y Trinidad), que salieron de Acapulco bajo la capitanía de Francisco de Ulloa, quien había participado en un viaje a la región tres años atrás. Esta última exploración resultó ser la más afortunada. A pesar de que el navío Santo Tomás se perdió antes de llegar a la Bahía de la Santa Cruz, los otros dos recorrieron, a lo largo de casi un año, tierras hasta ese momento ignotas. Quedó constancia, por pluma del propio Ulloa, de que sus naves llegaron el 29 de agosto al Puerto de Santa Cruz a la que llamó Puerto del Marqués del Valle (hoy Bahía de La Paz) y de que de ahí salieron a las costas de Sinaloa. Navegando con rumbo norte, reconocieron el Río de San Pedro y San Pablo (hoy Río Mayo), tomaron posesión de un puerto que llamaron “de los Puertos”, situado a los 29º (probablemente Bahía Kino) y cruzaron un canal que separaba a la costa de una gran isla despoblada – quizá la Isla Tiburón- llegando, a fines de septiembre, hasta la desembocadura del Río Colorado, al que llamaron Ancón de San Andrés, aclarando así que aquellas tierras no eran una isla. En su viaje de regreso entró a una bahía que llamó Puerto de Lobos (Bahía de los Ángeles), por la gran cantidad de lobos marinos que observó (Del Portillo, 1982; Reyes, 1992).
En 1540, Fernando de Alarcón, con apoyo del Virrey, realizó una expedición al Golfo de California, llegando a la desembocadura del Río Colorado en donde se internaron 470 km. Como resultado de esta expedición elaboró el primer mapa de la zona.
En 1596 Sebastián Vizcaíno inició nuevamente las expediciones al Golfo de California. Esta nueva etapa fue motivada por el interés en explotar las reservas de perlas en la región. A partir de entonces continuaron los viajes al golfo (1612-1649), se descubrieron nuevas islas y se elaboraron algunos mapas.
Durante el siglo XVIII se despertó un gran interés en algunas de las islas, cuando los buscadores de perlas explotaron los placeres perleros al norte de islas como Tiburón y Espíritu Santo. A mediados del siglo XIX, con la desaparición del recurso, terminó esta actividad. Una actividad económica relevante en la zona de Loreto fue la explotación de sal, actividad que se inició en 1770 en la Salina de Isla del Carmen, la cual es una porción de terreno de inundación en donde la salina forma grandes cantidades de sal por la acción de penetración de aguas hipersalinas saturadas, que con la acción del sol y el viento permitía la acumulación de sal de roca en cuencas y hoyos de evaporación.
Con el abandono de la Misión de San Francisco de Borja en 1818, el puerto de Bahía de los Ángeles se olvido y fue hasta 1889 cuando se inició la explotación de oro y plata en las cercanías de la bahía por una empresa norteamericana, convirtiéndose ésta en un importante punto de salida de los productos mineros.
Desde la última mitad del siglo XIX hasta hace 20 ó 30 años, los recursos naturales de las islas del golfo tuvieron una etapa de explotación «industrial» o de «gran escala». Dichas actividades se asociaron principalmente a la extracción de guano, la colecta de huevos de aves marinas y la cacería de lobos marinos.
PUNTAS DE FLECHA - ARROWHEAD -
LA PAZ BAJA CALIFORNIA SUR
(REPLICAS DE PUNTAS DE FLECHA Y ACCESORIOS DE
LOS ANTIGUOS CALIFORNIOS
ARTESANIAS LITICAS DE SUDCALIFORNIA
CASA DEL ARTESANO SUDCALIFORNIANO
DE SUDCALIFORNIA
ARTESANO CASIMIRO GARDEA OROZCO
Reconocemos la constante labor de este artesano que nos ofrece una interesante visión de la cultura de los antiguos californios, esperando que hayan disfrutado de esta muestra del talento y creativad de este Sudcaliforniano por adopción.
PUNTAS DE LANZA, PUNTAS DE FLECHA, CUCHILLOS,
LANZA CORTA, ARPON CORTO, ARCO CON FLECHA Y HACHA
PLATONES CON DIFERENTES TIPOS DE PUNTA DE LANZA,
LANZA, FISGA O LANZA SECCIONADA EMPLEADA PARA LA PESCA
Hoy sus piezas están a la venta en:
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
ARTESANIAS LITICAS DE SUDCALIFORNIA / ARTESANO CASIMIRO GARDEA OROZCO
La cultura de los pueblos que habitaron la península siempre ha causado un gran interés para los antropólogos y arqueólogos, también ha despertado el interés de la sociedad que busca conocer y comprender el cómo vivían y concebían su espacio geográfico.
Gracias a los escritos de los misioneros Jesuitas y Dominicos principalmente, nos ha llegado información acerca de su modo de vestir, alimentación y algunas de sus costumbres, aunque hay que señalar siempre con el sesgo característico de una cultura totalmente diferente. Fue en los últimos dos siglos (1800-2000) principalmente, cuando los investigaciones y reflexiones acerca de las culturas indígenas que habitaron la península dieron como resultado un mayor interés de la población por conocer y comprender de una manera más objetiva, estas culturas que lograron con el paso de los siglos adaptarse a un medio hostil.
Esta fascinación despertada ante el hallazgo de algunas puntas de flecha en 1977 en sus paseos por las cercanías de la ciudad de La Paz, especialmente durante sus caminatas por la playa El Conchalito, hace ya más de 35 años motivo en Casimiro Gardea Orozco, nacido en la Cd. de Chihuahua, Chih. Y avecindado en esta ciudad desde 1975, siendo sobreviviente del Ciclón Liza en 1976, por esta causa estando el internado en La ciudad de Los Niños y Niñas de La Paz y siendo aprendiz de Diseñador Gráfico en la imprenta, adquirió la costumbre de salir desde temprano los domingos a caminar por la playa . . . durante estos paseos fue que encontró sus dos primeras puntas de flecha completas de un tamaño aproximado a 4 pulgadas de largo en perfecto estado, siendo que él no conocía este tipo de herramientas, únicamente en el museo y en los libros, dichas puntas se las mostro a una de las personas encargadas del internado que en unos de sus viajes a Italia las llevo quedando estas en las manos de una persona que trabajaba en uno de los museos de aquel país, de las cuales no volvió a saber de ellas, a cambio esta persona a su regreso le obsequio un cuchillo tallado de marfil que trajo de áfrica, a partir de ese entonces nació en el la costumbre de cada vez que salía a caminar… buscar y coleccionar piezas líticas, encontrando casi en su totalidad piezas fraccionadas o quebradas y esporádicamente piezas completas, su perseverancia le llevo a juntar más de 40 piezas completas en perfecto estado las cuales dono en el 2012 al Museo de Antropología e Historia de Baja California Sur para su exposición junto con un molar de camello prehistórico que encontró frente al antiguo hotel Gran Baja
Su labor creativa no concluyo con la entrega de esta colección, sino que al darse cuenta de que la mayoría de las puntas de lanza y flecha que se encontraba estaban partidas o quebradas tal vez por el uso que se les dio al ser arrojadas contra sus presas o a la hora de estar haciendo su percutido se le quebró al autor original de las mismas y en base a artículos publicados en libros por investigadores decidió realizar con la técnica de percutido algunas puntas de flecha que después de muchos intentos logro sus primeras replicas (por mencionarlas así pero en su caso son originales, por lo regular ninguna pieza es igual a la otra) durante varios años estuvo guardando estas piezas, no quedando satisfecho con esto empezó a fabricar también hachas, después le nació la inquietud de hacerlas de una manera más completa y comenzó a confeccionar arcos con sus flechas haciendo los amarres con cordel de pesca, pero esto tampoco le satisfacía y comenzó a investigar el tipo de amarres que los indios californios usaban, leyendo el algún libro que ellos hacían lasillos machando las raíz del cardón, choya, ocotillos y magueyes silvestres, tratando de simular esta técnica intento buscar la manera de hacer algo similar a los hallazgos en las excavaciones, incluso uso hoja de palma pero no le parecía bien, hasta que en una charla en internet con un coleccionista argentino este le dijo que en algunas culturas utilizaban la fibra de la hoja del plátano para vendar las heridas y en algunos caso los hilos de las hojas para hacer suturas craneales, que lo intentara de esta manera, así lo hizo logrando lasillos muy parecidos a los utilizados por los antiguos californios, confirmándolo después cuando se le permitió la entrada al laboratorio del Museo de Antropología e Historia de Baja California Sur para observar los lasillos que ahí conservaban de un faldellín pericué hecho con nudillos de carrizo de más de 700 años de antigüedad en cual se le solicito les elaborara con esta técnica para colocar en un maniquí de una mujer pericué junto con un pectoral de concha de madreperla para su compañero.
Ya logrado este paso comenzó confeccionar arcos completos con su flechas haciendo sus amarres con esta fibra de plátano poniendo mango a las hachas haciendo los amarres con esta fibra, logrando de esta manera piezas que envidiaría cualquier coleccionista de armas antiguas y así consiguió hacer su primera pequeña exposición durante el mes de mayo al mes de agosto de 2013 en Centro de Artes Tradiciones y Culturas Populares de Baja California sur
Casimiro Gardea Orozco presento esta serie de objetos con la finalidad de que las personas obtengan una imagen de cómo eran utilizados y la importancia que tenían para las culturas de los indígenas californios dedicados principalmente a la caza y recolección de frutos y semillas. Además esta piezas son concebidas por el autor como una artesanía diferente tal vez, pero no menos importante al ser hechos con enorme destreza y habilidad..
Reconocemos la constante labor de este artesano que nos ofrece una interesante visión de la cultura de los antiguos californios, esperando que hayan disfrutado de esta muestra del talento y creativad de este Sudcaliforniano por adopción.
Hoy sus piezas están a la venta en:
La Casa del Artesano Sudcaliforniano
Parque Cuauhtémoc Bravo y Mutualismo Frente al Malecón
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
ARTESANIAS LITICAS DE SUDCALIFORNIA / ARTESANO CASIMIRO GARDEA OROZCO
La cultura de los pueblos que habitaron la península siempre ha causado un gran interés para los antropólogos y arqueólogos, también ha despertado el interés de la sociedad que busca conocer y comprender el cómo vivían y concebían su espacio geográfico.
Gracias a los escritos de los misioneros Jesuitas y Dominicos principalmente, nos ha llegado información acerca de su modo de vestir, alimentación y algunas de sus costumbres, aunque hay que señalar siempre con el sesgo característico de una cultura totalmente diferente. Fue en los últimos dos siglos (1800-2000) principalmente, cuando los investigaciones y reflexiones acerca de las culturas indígenas que habitaron la península dieron como resultado un mayor interés de la población por conocer y comprender de una manera más objetiva, estas culturas que lograron con el paso de los siglos adaptarse a un medio hostil.
Esta fascinación despertada ante el hallazgo de algunas puntas de flecha en 1977 en sus paseos por las cercanías de la ciudad de La Paz, especialmente durante sus caminatas por la playa El Conchalito, hace ya más de 35 años motivo en Casimiro Gardea Orozco, nacido en la Cd. de Chihuahua, Chih. Y avecindado en esta ciudad desde 1975, siendo sobreviviente del Ciclón Liza en 1976, por esta causa estando el internado en La ciudad de Los Niños y Niñas de La Paz y siendo aprendiz de Diseñador Gráfico en la imprenta, adquirió la costumbre de salir desde temprano los domingos a caminar por la playa . . . durante estos paseos fue que encontró sus dos primeras puntas de flecha completas de un tamaño aproximado a 4 pulgadas de largo en perfecto estado, siendo que él no conocía este tipo de herramientas, únicamente en el museo y en los libros, dichas puntas se las mostro a una de las personas encargadas del internado que en unos de sus viajes a Italia las llevo quedando estas en las manos de una persona que trabajaba en uno de los museos de aquel país, de las cuales no volvió a saber de ellas, a cambio esta persona a su regreso le obsequio un cuchillo tallado de marfil que trajo de áfrica, a partir de ese entonces nació en el la costumbre de cada vez que salía a caminar… buscar y coleccionar piezas líticas, encontrando casi en su totalidad piezas fraccionadas o quebradas y esporádicamente piezas completas, su perseverancia le llevo a juntar más de 40 piezas completas en perfecto estado las cuales dono en el 2012 al Museo de Antropología e Historia de Baja California Sur para su exposición junto con un molar de camello prehistórico que encontró frente al antiguo hotel Gran Baja
Su labor creativa no concluyo con la entrega de esta colección, sino que al darse cuenta de que la mayoría de las puntas de lanza y flecha que se encontraba estaban partidas o quebradas tal vez por el uso que se les dio al ser arrojadas contra sus presas o a la hora de estar haciendo su percutido se le quebró al autor original de las mismas y en base a artículos publicados en libros por investigadores decidió realizar con la técnica de percutido algunas puntas de flecha que después de muchos intentos logro sus primeras replicas (por mencionarlas así pero en su caso son originales, por lo regular ninguna pieza es igual a la otra) durante varios años estuvo guardando estas piezas, no quedando satisfecho con esto empezó a fabricar también hachas, después le nació la inquietud de hacerlas de una manera más completa y comenzó a confeccionar arcos con sus flechas haciendo los amarres con cordel de pesca, pero esto tampoco le satisfacía y comenzó a investigar el tipo de amarres que los indios californios usaban, leyendo el algún libro que ellos hacían lasillos machando las raíz del cardón, choya, ocotillos y magueyes silvestres, tratando de simular esta técnica intento buscar la manera de hacer algo similar a los hallazgos en las excavaciones, incluso uso hoja de palma pero no le parecía bien, hasta que en una charla en internet con un coleccionista argentino este le dijo que en algunas culturas utilizaban la fibra de la hoja del plátano para vendar las heridas y en algunos caso los hilos de las hojas para hacer suturas craneales, que lo intentara de esta manera, así lo hizo logrando lasillos muy parecidos a los utilizados por los antiguos californios, confirmándolo después cuando se le permitió la entrada al laboratorio del Museo de Antropología e Historia de Baja California Sur para observar los lasillos que ahí conservaban de un faldellín pericué hecho con nudillos de carrizo de más de 700 años de antigüedad en cual se le solicito les elaborara con esta técnica para colocar en un maniquí de una mujer pericué junto con un pectoral de concha de madreperla para su compañero.
Ya logrado este paso comenzó confeccionar arcos completos con su flechas haciendo sus amarres con esta fibra de plátano poniendo mango a las hachas haciendo los amarres con esta fibra, logrando de esta manera piezas que envidiaría cualquier coleccionista de armas antiguas y así consiguió hacer su primera pequeña exposición durante el mes de mayo al mes de agosto de 2013 en Centro de Artes Tradiciones y Culturas Populares de Baja California sur
Casimiro Gardea Orozco presento esta serie de objetos con la finalidad de que las personas obtengan una imagen de cómo eran utilizados y la importancia que tenían para las culturas de los indígenas californios dedicados principalmente a la caza y recolección de frutos y semillas. Además esta piezas son concebidas por el autor como una artesanía diferente tal vez, pero no menos importante al ser hechos con enorme destreza y habilidad..
Reconocemos la constante labor de este artesano que nos ofrece una interesante visión de la cultura de los antiguos californios, esperando que hayan disfrutado de esta muestra del talento y creativad de este Sudcaliforniano por adopción.
Hoy sus piezas están a la venta en:
La Casa del Artesano Sudcaliforniano
Parque Cuauhtémoc Bravo y Mutualismo Frente al Malecón
EXPOSICION ARTE LITICO DE SUDCALIFORNIA
CENTRO DE ARTES POPULARES DE BAJA CALIFORNIA SUR
DA UN CLIC PARA AMPLIAR
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
PUNTAS DE LANZA
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA, CUCHILLOS,
ACCESORIOS, ETC.
REPLICA DE FALDILLIN PERICUE
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
CASIMIRO GARDEA OROZCO
EN LAS OFICINAS DE CANAL 8
PARA UNA ENTREVISTA
EN EL PROGRAMA CON SENTIDO
REPLICAS LITICAS DE SUDCALIFORNIA
CASA DEL ARTESANO SUDCALIFORNIANOARTESANIA 100% REGIONAL
DA UN CLIC PARA AMPLIAR
CENTRO DE ARTES POPULARES DE BAJA CALIFORNIA SUR
DA UN CLIC PARA AMPLIAR
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
PUNTAS DE LANZA
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA, CUCHILLOS,
ACCESORIOS, ETC.
REPLICA DE FALDILLIN PERICUE
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
HACHAS, ARPONES, PUNTAS DE FLECHA,
CUCHILLOS, ACCESORIOS, ETC.
CASIMIRO GARDEA OROZCO
EN LAS OFICINAS DE CANAL 8
PARA UNA ENTREVISTA
EN EL PROGRAMA CON SENTIDO
Owner description Is a showroom in Baja with a Mexican atmosphere, here you’ll find artcrafts created by great masters of the folk arts, our selection involves handmade pieces with symbolism of the Mexican culture. The majority of the collection is made using traditional techniques and some of them even dyed with natural colors. Besides we have paintings by artist of the rest of the world.Everything in here could be an authentic gift, utility or decoration objects.
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
PREGUNTA POR LAS REPLICAS
DE PUNTA DE FLECHA
Owner description Is a showroom in Baja with a Mexican atmosphere, here you’ll find artcrafts created by great masters of the folk arts, our selection involves handmade pieces with symbolism of the Mexican culture. The majority of the collection is made using traditional techniques and some of them even dyed with natural colors. Besides we have paintings by artist of the rest of the world.Everything in here could be an authentic gift, utility or decoration objects.
LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
PREGUNTA POR LAS REPLICAS
DE PUNTA DE FLECHA
JAFRA – LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR , MEXICO
SI QUIERES COMPRARO VENDER ESTOS PRODUCTOSCOMUNICATE CONMIGO PARADARTE MAS INFOMACIONDE COMO PUEDES INSCRIBIRTECEL. 612 147 4083EN LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR
Jafra – LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR , MEXICO
No hay comentarios:
Publicar un comentario